29 de mayo de 2013

Gripe





La gripe la causa  el virus de la influenza. Los niños menores de 2 años que padecen esta infección tienen más posibilidades de acabar hospitalizados que niños más mayores, y la gripe es más preocupante en bebés muy pequeños. 









Un niño con gripe puede simplemente estar soñoliento y no alimentarse tan bien como de costumbre. O puede tener síntomas muy parecidos a los de otras enfermedades, como el resfriado u otras afecciones virales. 
Si ya comenzaron las enfermedades respiratorias y tu hijo tiene los siguientes síntomas, hay grandes probabilidades de que sea gripe: 
• Aparición repentina de fiebre, generalmente de 38,3 grados Celsius o más alta
• Cansancio y escalofríos, seguidos de síntomas respiratorios como goteo nasal y tos seca. (Si la congestión o la tos aparecen mucho antes que la fiebre, es más probable que tu niño tenga un resfriado.) 
También puede ser que tu hijo esté muy irritable, no quiera comer, y tenga dolor de garganta y los ganglios inflamados. La gripe también puede provocar dolor abdominal, diarrea y vómitos


¿Cómo se contagian los niños de gripe?

Los virus de la gripe (influenza A e influenza B) son agentes patógenos potentes en ambientes cerrados y se propagan fácilmente a través del aire. 
Si tu hijo está cerca de una persona que padece gripe y que tose o estornuda, puede inhalar por la boca o por la nariz esas pequeñísimas gotas infectadas y enfermarse. Una persona que tiene gripe puede ser contagiosa alrededor de un día antes de que aparezcan los síntomas y durante aproximadamente cinco días después. 
Dado que la gripe se multiplica cuando la gente está en contacto cercano, es fácil que se transmita en las escuelas y guarderías, en los lugares de juegos y entre miembros de una misma familia. Generalmente, la persona contagiada se enfermará de uno a cuatro días después de haber estado expuesta al virus. 
Como la gravedad de la gripe es distinta en cada persona, puede ser que haya gente infectada con síntomas leves que crea que simplemente tiene un resfriado y le pase el virus a otros sin darse cuenta.
 

Mi hijo tiene la gripe. ¿Qué puedo hacer para que se sienta mejor?

El mejor tratamiento para la gripe consiste en que descanse, y tome mucho líquido. Si es pequeño, amamántalo o dale el biberón con frecuencia y, si come alimentos sólidos, intenta darle barras de fruta congelada para incentivarlo a ingerir más líquido, junto con sopa o caldo, lo que también podría aliviar su congestión. 
Para los dolores musculares y la fiebre, pregúntale a tu médico si puedes darle paracetamol o ibuprofeno para niños. (Nunca le des una aspirina a menos que el médico te lo haya recomendado, especialmente si tiene una infección viral. Podría provocarle el síndrome de Reye, una enfermedad poco común pero potencialmente mortal.) 
En algunos casos, si tu niño presenta una infección bacteriana secundaria, como una neumonía, una infección de oído o una bronquitis, podrían recetarle antibióticos. 
Tu hijo debería sentirse mejor en tres a cinco días. Notarás primero que le baja la fiebre y después le vuelve el apetito. Pero esto es sólo aproximado, algunos niños e incluso adultos tienen tos y dolores musculares que persisten dos semanas o más. 

¿Cuándo debería llamar al médico?

Llama al médico si tu niño: 
• Tiene menos de 3 meses y presenta una temperatura de 38 grados C o más. Un bebé tan pequeño ha de ser examinado, para descartar una posible infección o enfermedad grave. 
• Tiene entre 3 y 6 meses su temperatura sube a 38,3 grados C o más 
• Es mayor de 6 meses y su fiebre sube a 39,4 grados C o más. 
• La fiebre le dura más de tres días. 
• La tos le dura más de una semana. 
• Ante el primer signo de gripe, si tu hijo es VIH positivo o padece una enfermedad crónica, como cáncer, anemia de las células falciformes, o trastornos cardíacos, pulmonares o renales. 
• Ante el primer signo de gripe si padece artritis reumatoide o la enfermedad de Kawasaki, que reciben tratamientos a largo plazo con aspirina. (En dichos casos, los beneficios de la aspirina son mayores que el pequeño riesgo del síndrome de Reye.) 
• Parece tener dolor de oído (en cuyo caso posiblemente se tire de la oreja y proteste). 
• Respira con un silbido o le cuesta respirar más que de costumbre. 
• Vuelve a enfermarse, después de haberse recuperado de la gripe (puede tener una infección secundaria que requiere tratamiento). 
• Muestra signos de deshidratación. 

¿Qué puedo hacer para evitar que mi hijo contraiga gripe nuevamente?

Las medidas preventivas incluyen ponerle la vacuna contra la gripe a todos los miembros de la familia que tienen 6 meses o más, y una buena higiene. 
Vacunar a tu hijo es aún más importante si padece alguna enfermedad crónica como diabetes, anemia, o problemas del corazón, del riñón o respiratorios. 
Desafortunadamente, la vacuna contra la gripe no es infalible. Su eficacia depende de la salud del niño (es más eficaz en niños sanos) y de qué grado de correspondencia tenga la vacuna con el virus que esté circulando en ese momento. Sin embargo, si tu hijo se enferma con la gripe después de vacunarse, probablemente tendrá un brote menos severo. 
Además, puedes proteger a tu hijo si le lavas las manos con agua caliente y jabón con frecuencia y todos los demás miembros de la familia se lavan las manos también a menudo. Trata de mantener a tu hijo alejado de gente enferma. Y si aún así se enferma, piensa que probablemente ya no volverá a contagiarse este año porque será inmune al brote que anda circulando. El próximo año el brote será de un virus diferente, por eso la vacuna de la gripe debe repetirse anualmente.


Fuente http://bit.ly/ZljIZU

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