Si tu hijo está pasando por esta etapa, no te asustes ni te preocupes, porque eso es absolutamente normal.
Este nuevo universo paralelo ayudará a tu hijo a crecer y a desarrollar sus emociones y creatividad. La interacción con estos seres en muchos casos los ayuda expresar sus miedos, sus alegrías, sus inquietudes y sus más profundos deseos.
Esto ocurre porque, si bien los niños son conscientes del mundo real, a esa edad todavía les cuesta asimilarlo y aceptarlo tal como es. Por esta razón de forma inconciente crean un mundo donde todo es posible, permitido y solucionado. Es la etapa del pensamiento mágico de los niños.
El amigo imaginario puede ser un osito de peluche, un soldadito, cosas, animales, etc. Ellos pasan a tener vida, a conversar, jugar y a pelear con los niños. Pero lo más interesante es observar esta relación ya que en ella los niñ@s
-Liberan sus sentimientos positivos y negativos
- Proyectan sus conflictos, miedos y fobias delante de nuevas situaciones, como la de tener que abandonar el pañal, ir al jardín infantil, la llegada de un nuevo herman@, o tener que enfrentar algún reto o realidad diferente.
- Adquieren más confianza en si mismo. En su "lógica", si su amigo imaginario consigue vencer al mal, él también es capaz de hacerlo.
- Se sentirán más fuertes, y capaces. Y eso favorecerá a su autoestima.
- Controlarán mejor sus emociones.
- Al entender de mejor manera el punto de vista de la otra persona, en este caso el de su amigo imaginario, desarrollan habilidades sociales.
Si la relación de tu hij@ con su amigo imaginario se desarrolla de forma tranquila lo ideal es no intervenir; ni estimular ni reprimir a los niños para que sigan jugando y conversando con su amigo. Lo aconsejable es observarlo discretamente para descubrir a través de sus conversaciones alguna necesidad o deseo emergente, y saber si su amigo es bueno o malo. Esta observación te ayudará a conocer mejor a tu hijo.
En todo caso, es importante que tu hijo también tenga tiempo para jugar con otros niños, y con sus padres y hermanos.
Es importante aumentar la vigilancia en esta etapa mágica y tener mucho cuidado con las ventanas, cosas o situaciones riesgosas. El niño puede desear volar o creer ser inmortal sin ver en ello situaciones de peligro.
Del mismo modo en que llegan los amigos imaginarios, se van y desaparecen con el tiempo. Es una etapa que suele finalizar al rededor de los 7 u 8 años de edad, cuando el niño tenga muy desarrolladas las funciones del lenguaje, de la lógica, memoria e inteligencia.
Se han hecho muchas observaciones al fenómeno del amigo imaginario. Algunos dicen que los hijos únicos, que solamente conviven con adultos, son los más propensos a tener amigos imaginarios, y los utilizan para llenar esta carencia social. Otros afirman que el fenómeno se da normalmente en los niños más sensibles, con mayor imaginación y fantasía. Y hay los que dicen que los niños que en la infancia tiene amigos imaginarios, podrán convertirse en artistas en la edad adulta. Cada niño es un mundo, y había que vivirlo para saberlo.
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