Los niños van desarrollando su lenguaje a partir de la interacción con las personas que lo cuidan y la conversación que mantiene con ellas.
El lenguaje comienza a aparecer al año de vida y desde los 18 meses es posible ver avances importantes en su desarrollo. Son capaces de nombrarse a sí mismos, identificar las partes de su cuerpo así como
Reconocer y nombrar objetos familiares.
Identificar algunas imágenes en un libro.
Entender instrucciones simples.
Comprender el significado de palabras que no son capaces de reproducir.
Cantar canciones “a su manera”.
Expresar algunos deseos con palabras.
Imitar palabras nuevas.
Una forma de incentivar el desarrollo del lenguaje es señalar objetos y nombrarlos, alentando a que el niñ@ repita, evitando el uso sólo de gestos.
También es importante hablar claro, para favorecer la comprensión y aprendizaje.
Mientras los niñ@s están aprendiendo a hablar no es muy recomendable corregirlos demasiado, aunque sí es importante hablarle correctamente y no imitando a una guagua, pues más los confunde que ayuda.
La lectura de un libro es un ejercicio cotidiano que pueden ayudar a nuestros niñ@s a aprender de forma divertida. Leer antes de dormir es una buena forma de aprender palabras nuevas y además, los niñ@s a los que les gustan los libros aprenden a leer más rápido. No tienes que leer el libro para contar una historia, puedes inventar voces diferentes y usar tu cuerpo para que las imágenes del libro cobren vida. Permítele pasar las páginas y tu señala las palabras con tu dedo en la medida que las lees. Hazle preguntas acerca de la historia e incentívalo a preguntar sobre lo que va pasando en la historia
Al ejercitar la conversación y la interacción con nuestros niñ@s deberíamos ver continuos progresos en el desarrollo de su lenguaje. Por esto es importante poner atención a cómo nuestro hij@ evoluciona en esta materia y no descartar posibles retrasos validando algunos de los numerosos mitos que circulan en relación al lenguaje como por ejemplo:
“Le dan todo lo que quiere y así no tiene necesidad de hablar ni pedir”. Es importante que la familia ayude al niño/a, pero también deben fomentarle que hable para apoyarlo en su desarrollo. Aunque los niños/as pueden mostrar un pequeño retraso del lenguaje expresivo, no debe haber ningún retraso en el lenguaje receptivo.
“Él es hombre, ¿qué esperabas? Los niños hablan menos que las niñas”. La diferencia de sexo en el desarrollo del lenguaje es pequeña a favor de las niñas sobre los niños, tanto en cantidad como en complejidad a partir del primer año de vida, pero los atrasos significativos no pueden ser explicados por diferencias de sexo. Tanto a los niños como a las niñas se les debe estimular para que logren un buen desarrollo de su lenguaje.
“Es flojo, por eso no habla”. Un niño/a nunca es flojo para aprender cosas nuevas; tienen un deseo interno de dominar el lenguaje y siempre ejercitan las nuevas destrezas que van desarrollando ¡Anímalo! Quizás es más tímido/a, no se siente tan seguro/a o le ha faltado la oportunidad
“Crecerá y lo superará.” Es común que la gente crea que las dificultades en el lenguaje se superan solas y muy certeramente la mayoría de los niños/as aprende a hablar; sin embargo, es importante recordar que trabajar un retraso tempranamente puede evitar problemas posteriores, además de problemas de comportamiento y dificultades emocionales.
Si tienes sospechas de que tu hijo/a tiene dificultades en el desarrollo del lenguaje, consulta con el pediatra para buscar la mejor alternativa para darle el apoyo profesional que necesita.
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